Durante a sua viagem à Calábria, ao sul da Itália, o Papa Francisco decidiu parar o carro em que viajava para saudar uma jovem com necessidades especiais.
Rose Marie Muraro: a saga de uma mulher impossível
Uma rosa para Rose
Morreu neste sábado (21), no Rio de Janeiro, a escritora e feminista Rose Marie Muraro, aos 83 anos. De acordo com a filha, Tonia Muraro, ela tinha câncer na medula óssea há 10 anos. Na Editora Vozes, Leonardo Boff e Rose Muraro trabalharam juntos por 17 anos.
Leonardo Boff
na Adital de 23.06.14

Foi ela que no final dos anos 60 do século passado, suscitou a polêmica questão de gênero. Não se limitou à questão das relações desiguais de poder entre homens e mulheres mas denunciou relações de opressão na cultura, nas ciências, nas correntes filosóficas, nas instituições, no Estado e no sistema econômico. Enfim deu-se conta de que no patriarcado de séculos reside a raíz principal deste sistema que desumaniza mulheres e também homens.
Realizou em si mesma um impressionante processo de libertação, narrado no livro Os seis meses em que fui homem (1990,6ª edição). Mas a obra quiçá mais importante de Rose Marie Muraro tenha sido Sexualidade da Mulher Brasileira: corpo e classe social no Brasil (1996). Trata-se de uma pesquisa de campo em vários Estados da federação, analisando como é vivenciada a sexualidade, tomando em conta a situação de classe das mulheres, coisa ausente nos pais fundadores do discurso psicanalítico. Neste campo Rose inovou, criando uma grelha teórica que nos faz entender a vivência da sexualidade e do corpo consoante as classes sociais. Que tipo de processo de individuação pode realizar uma mulher famélica que para não deixar o filhinho morrer, dá o sangue de seu próprio seio?

Destaco apenas uma frase dela: "educar um homem é educar um indivíduo, mas educar uma mulher é educar uma sociedade”.
Sem deixar nunca de lado a questão do feminino (no homem e na mulher) voltou-se cedo aos desafios da ciência e da técnica moderna. Já em 1969 lançava Autonomação e o futuro do homem e previa a precarização do mundo do trabalho.
A crise econômico-financeira de 2008 levou-a colocar a questão do capital/dinheiro com o livro Reinventando o capital/dinheiro (Ideias e Letras 2012), onde enfatiza a relevância das moedas sociais e complementares e as redes de trocas solidárias que permitem aos mais pobres garantirem sua subsistência à revelia da economia capitalista dominante.
Outra obra importante, realmente rica em conhecimentos, dados e reflexões culturais se intitula Os avanços tecnológicos e o futuro da humanidade: querendo ser Deus? (Vozes 2009). Neste texto ela se confronta com a ponta da ciência, com a nanotecnologia, a robótica, a engenharia genética e a biologia sintética. Vê vantagens nessas frentes, pois não é obscurantista. Mas pelo fato de vivermos dentro de uma sociedade que de tudo faz mercadoria, inclusive a vida, percebia o grave risco de os cientistas presumirem poderes divinos e usarem os conhecimentos para redesenharem a espécie humana. Daí o subtítulo: Querendo ser Deus? Essa é a ingênua ilusão dos cientistas.
O que nos salvará não é essa nova Revolução Tecnológica mas, como diz Rose, é a "Revolução da Sustentabilidade, a única que poderá salvar a espécie humana da destruição…pois a continuarmos como está, não estaremos em um jogo ganha-perde e sim no terrível jogo perde-perde que significará a destruição de nossa espécie, na qual todos perderemos” (Reinventando o Capital/dinheiro, 238).

Entrevista do Papa Francisco ao periódico La Vanguardia (na íntegra)
(Barcelona, 9.6.2014)
La violencia en nombre
de Dios domina Oriente Medio?
Es
una contradicción. La violencia en nombre de Dios no se corresponde con nuestro
tiempo. Es algo antiguo. Con perspectiva histórica hay que decir que los
cristianos, a veces, la hemos practicado. Cuando pienso en la guerra de los
Treinta Años, era violencia en nombre de Dios. Hoy es inimaginable, ¿verdad?
Llegamos, a veces, por la religión a contradicciones muy serias, muy graves. El
fundamentalismo, por ejemplo. Las tres religiones tenemos nuestros grupos
fundamentalistas, pequeños en relación a todo el resto.
¿Y qué opina del
fundamentalismo?
Un
grupo fundamentalista, aunque no mate a nadie, aunque no le pegue a nadie, es
violento. La estructura mental del fundamentalismo es violencia en nombre de
Dios.
Algunos dicen de usted
que es un revolucionario.
Deberíamos
llamar a la gran Mina Mazzini, la cantante italiana, y decirle “prendi questa
mano, zinga" y que me lea el pasado, a ver qué (risas). Para mí, la gran
revolución es ir a las raíces, reconocerlas y ver lo que esas raíces tienen que
decir el día de hoy. No hay contradicción entre revolucionario e ir a las
raíces. Más aún, creo que la manera para hacer verdaderos cambios es la
identidad. Nunca se puede dar un paso en la vida si no es desde atrás, sin
saber de dónde vengo, qué apellido tengo, qué apellido cultural o religioso
tengo.
Usted ha roto muchos
protocolos de seguridad para acercarse a la gente.
Sé
que me puede pasar algo, pero está en manos de Dios. Recuerdo que en Brasil me
habían preparado un papamóvil cerrado, con vidrio, pero yo no puedo saludar a
un pueblo y decirle que lo quiero dentro de una lata de sardinas, aunque sea de
cristal. Para mí eso es un muro. Es verdad que algo puede pasarme, pero seamos
realistas, a mi edad no tengo mucho que perder.
¿Por qué es importante
que la Iglesia sea pobre y humilde?
La
pobreza y la humildad están en el centro del Evangelio y lo digo en un sentido
teológico, no sociológico. No se puede entender el Evangelio sin la pobreza,
pero hay que distinguirla del pauperismo. Yo creo que Jesús quiere que los
obispos no seamos príncipes, sino servidores.
¿Qué puede hacer la
Iglesia para reducir la creciente desigualdad entre ricos y pobres?
Está
probado que con la comida que sobra podríamos alimentar a la gente que tiene
hambre. Cuando usted ve fotografías de chicos desnutridos en diversas partes
del mundo se agarra la cabeza, no se entiende. Creo que estamos en un sistema
mundial económico que no es bueno. En el centro de todo sistema económico debe
estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio
de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al dinero en el centro, al dios dinero.
Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero. La economía se
mueve por el afán de tener más y, paradójicamente, se alimenta una cultura del
descarte. Se descarta a los jóvenes cuando se limita la natalidad. También se
descarta a los ancianos porque ya no sirven, no producen, es clase pasiva… Al
descartar a los chicos y a los ancianos, se descarta el futuro de un pueblo
porque los chicos van a tirar con fuerza hacia adelante y porque los ancianos
nos dan la sabiduría, tienen la memoria de ese pueblo y deben pasarla a los
jóvenes. Y ahora también está de moda descartar a los jóvenes con la
desocupación. A mí me preocupa mucho el índice de paro de los jóvenes, que en
algunos países supera el 50%. Alguien me dijo que 75 millones de jóvenes
europeos menores de 25 años están en paro. Es una barbaridad. Pero descartamos
toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta, un
sistema que para sobrevivir debe hacer la guerra, como han hecho siempre los
grandes imperios. Pero como no se puede hacer la Tercera Guerra Mundial,
entonces se hacen guerras zonales. ¿ Y esto qué significa? Que se fabrican y se
venden armas, y con esto los balances de las economías idolátricas, las grandes
economías mundiales que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del dinero,
obviamente se sanean. Este pensamiento único nos quita la riqueza de la
diversidad de pensamiento y por lo tanto la riqueza de un diálogo entre
personas. La globalización bien entendida es una riqueza. Una globalización mal
entendida es aquella que anula las diferencias. Es como una esfera, con todos
los puntos equidistantes del centro. Una globalización que enriquezca es como
un poliedro, todos unidos pero cada cual conservando su particularidad, su
riqueza, su identidad, y esto no se da.
¿Le preocupa el
conflicto entre Catalunya y España?
Toda
división me preocupa. Hay independencia por emancipación y hay independencia
por secesión. Las independencias por emancipación, por ejemplo, son las
americanas, que se emanciparon de los estados europeos. Las independencias de
pueblos por secesión es un desmembramiento, a veces es muy obvio. Pensemos en
la antigua Yugoslavia. Obviamente, hay pueblos con culturas tan diversas que ni
con cola se podían pegar. El caso yugoslavo es muy claro, pero yo me pregunto
si es tan claro en otros casos, en otros pueblos que hasta ahora han estado
juntos. Hay que estudiar caso por caso. Escocia, la Padania, Catalunya Habrán
casos que serán justos y casos que no serán justos, pero la secesión de una
nación sin un antecedente de unidad forzosa hay que tomarla con muchas pinzas y
analizarla caso por caso.
La oración por la paz
del domingo no fue fácil de organizar ni tenía precedentes en Oriente Medio ni
en el mundo. ¿Cómo se sintió usted?
Sabe
que no fue fácil porque usted estaba en el ajo y se le debe gran parte del
logro. Yo sentía que era algo que se nos escapa a todos. Acá, en el Vaticano,
un 99% decía que no se iba a hacer y después el 1% fue creciendo. Yo sentía que
nos veíamos empujados a una cosa que no se nos había ocurrido y que, poco a
poco, fue tomando cuerpo. No era para nada un acto político –eso lo sentí de
entrada– sino que era un acto religioso: abrir una ventana al mundo.
¿Por qué eligió
meterse en el ojo del huracán que es Oriente Medio?
El
verdadero ojo del huracán, por el entusiasmo que había, fue la Jornada Mundial
de la Juventud de Río de Janeiro el año pasado. A Tierra Santa decidí ir porque
el presidente Peres me invitó. Yo sabía que su mandato terminaba esta
primavera, así que me vi obligado, de alguna manera, a ir antes. Su invitación
precipitó el viaje. Yo no tenía pensando hacerlo.
¿Por qué es importante
para todo cristiano visitar Jerusalén y Tierra Santa?
Por
la revelación. Para nosotros, todo empezó ahí. Es como “el cielo en la tierra”,
un adelanto de lo que nos espera en el más allá, en la Jerusalén celestial.
Usted y su amigo el
rabino Skorka se abrazaron frente al muro de las Lamentaciones. ¿Qué
importancia ha tenido este gesto para la reconciliación entre cristianos y
judíos?
Bueno,
en el Muro también estaba mi buen amigo el profesor Omar Abu, presidente del
Instituto del Diálogo Interreligioso de Buenos Aires. Quise invitarlo. Es un
hombre muy religioso, padre de dos hijos. También es amigo del rabino Skorka y
los quiero a los dos un montón, y quise que esta amistad entre los tres se
viera como un testimonio.
Me dijo hace un año
que “dentro de cada cristiano hay un judío”.
Quizá
lo más correcto sería decir que “usted no puede vivir su cristianismo, usted no
puede ser un verdadero cristiano, si no reconoce su raíz judía”. No hablo de
judío en el sentido semítico de raza sino en sentido religioso. Creo que el
diálogo interreligioso tiene que ahondar en esto, en la raíz judía del cristianismo
y en el florecimiento cristiano del judaísmo. Entiendo que es un desafío, una
papa caliente, pero se puede hacer como hermanos. Yo rezo todos los días el
oficio divino con los salmos de David. Los 150 salmos los pasamos en una
semana. Mi oración es judía, y luego tengo la eucaristía, que es cristiana.
¿Cómo ve el
antisemitismo?
No
sabría explicar por qué se da, pero creo que está muy unido, en general, y sin
que sea una regla fija, a las derechas. El antisemitismo suele anidar mejor en
las corrientes políticas de derecha que de izquierda, ¿no? Y aún continúa.
Incluso tenemos quien niega el holocausto, una locura.
Uno
de sus proyectos es abrir los archivos del Vaticano sobre el holocausto. Traerán
mucha luz. ¿Le preocupa alguna
cosa que pueda descubrirse?
En
este tema lo que me preocupa es la figura de Pío XII, el papa que lideró la
Iglesia durante la Segunda Guerra Mundial. Al pobre Pío XII le han tirado
encima de todo. Pero hay que recordar que antes se lo veía como el gran
defensor de los judíos. Escondió a muchos en los conventos de Roma y de otras
ciudades italianas, y también en la residencia estival de Castel Gandolfo.
Allí, en la habitación del Papa, en su propia cama, nacieron 42 nenes, hijos de
los judíos y otros perseguidos allí refugiados. No quiero decir que Pío XII no
haya cometido errores –yo mismo cometo muchos–, pero su papel hay que leerlo
según el contexto de la época. ¿Era mejor, por ejemplo, que no hablara para que
no mataran más judíos, o que lo hiciera? También quiero decir que a veces me da
un poco de urticaria existencial cuando veo que todos se la toman contra la
Iglesia y Pío XII, y se olvidan de las grandes potencias. ¿Sabe usted que
conocían perfectamente la red ferroviaria de los nazis para llevar a los judíos
a los campos de concentración? Tenían las fotos. Pero no bombardearon esas vías
de tren. ¿Por qué? Sería bueno que habláramos de todo un poquito.
¿Usted se siente aún
como un párroco o asume su papel de cabeza de la Iglesia?
La
dimensión de párroco es la que más muestra mi vocación. Servir a la gente me
sale de dentro. Apago la luz para no gastar mucha plata, por ejemplo. Son cosas
que tiene un párroco. Pero también me siento Papa. Me ayuda a hacer las cosas
con seriedad. Mis colaboradores son muy serios y profesionales. Tengo ayuda
para cumplir con mi deber. No hay que jugar al papa párroco. Sería inmaduro.
Cuando viene un jefe de Estado, tengo que recibirlo con la dignidad y el
protocolo que se merece. Es verdad que con el protocolo tengo mis problemas,
pero hay que respetarlo.
Usted está cambiando
muchas cosas. ¿Hacia qué futuro llevan estos cambios?
No
soy ningún iluminado. No tengo ningún proyecto personal que me traje debajo del
brazo, simplemente porque nunca pensé que me iban a dejar acá, en El Vaticano.
Lo sabe todo el mundo. Me vine con una valija chiquita para volver enseguida a
Buenos Aires. Lo que estoy haciendo es cumplir lo que los cardenales
reflexionamos en las Congregaciones Generales, es decir, en las reuniones que,
durante el cónclave, manteníamos todos los días para discutir los problemas de
la Iglesia. De ahí salen reflexiones y recomendaciones. Una muy concreta fue
que el próximo Papa debía contar con un consejo exterior, es decir, con un
equipo de asesores que no viviera en el Vaticano.
Y usted creó el
llamado consejo de los Ocho.
Son
ocho cardenales de todos los continentes y un coordinador. Se reúnen cada dos o
tres meses acá. Ahora, el primero de julio tenemos cuatro días de reunión, y
vamos haciendo los cambios que los mismos cardenales nos piden. No es
obligatorio que lo hagamos pero sería imprudente no escuchar a los que saben.
También ha hecho un
gran esfuerzo para acercarse a la Iglesia ortodoxa.
La
ida a Jerusalén de mi hermano Bartolomé I era para conmemorar el encuentro de
50 años atrás entre Pablo VI y Atenágoras I. Fue un encuentro después de más de
mil años de separación. Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia católica hace
los esfuerzos de acercarse y la Iglesia ortodoxa lo mismo. Con algunas iglesias
ortodoxas hay más cercanía que otras. Quise que Bartolomé I tuviera conmigo en
Jerusalén y allí surgió el plan de que viniera también a la oración del
Vaticano. Para él fue un paso arriesgado porque se lo pueden echar en cara,
pero había que estrechar este gesto de humildad, y para nosotros es necesario
porque no se concibe que los cristianos estemos divididos, es un pecado
histórico que tenemos que reparar.
Ante el avance del
ateísmo, ¿qué opina de la gente que cree que la ciencia y la religión son
excluyentes?
Hubo
un avance del ateísmo en la época más existencial, quizás sartriana. Pero
después vino un avance hacia búsquedas espirituales, de encuentro con Dios, en
mil maneras, no necesariamente las religiosas tradicionales. El enfrentamiento
entre ciencia y fe tuvo su auge en la Ilustración, pero que hoy no está tan de
moda, gracias a Dios, porque nos hemos dado cuenta todos de la cercanía que hay
entre una cosa y la otra. El papa Benedicto XVI tiene un buen magisterio sobre
la relación entre ciencia y fe. En líneas generales, lo más actual es que los
científicos sean muy respetuosos con la fe y el científico agnóstico o ateo
diga “no me atrevo a entrar en ese campo”.
Usted ha conocido a
muchos jefes de Estado.
Han
venido muchos y es interesante la variedad. Cada cual tiene su personalidad. Me
ha llamado la atención un hecho transversal entre los políticos jóvenes, ya
sean de centro, izquierda o derecha. Quizás hablen de los mismos problemas pero
con una nueva música, y eso me gusta, me da esperanza porque la política es una
de las formas más elevadas del amor, de la caridad. ¿Por qué? Porque lleva al
bien común, y una persona que, pudiendo hacerlo, no se involucra en política
por el bien común, es egoísmo; o que use la política para el bien propio, es
corrupción. Hace unos quince años los obispos franceses escribieron una carta
pastoral que es una reflexión con el título "Réhabiliter la
politique". Es un texto precioso hace darte cuenta de todas estas cosas.
¿Qué opina de la
renuncia de Benedicto XVI?
El
papa Benedicto ha hecho un gesto muy grande. Ha abierto una puerta, ha creado
una institución, la de los eventuales papas eméritos. Hace 70 años, no había
obispos eméritos. ¿Hoy cuántos hay? Bueno, como vivimos más tiempo, llegamos a
una edad donde no podemos seguir adelante con las cosas. Yo haré lo mismo que
él, pedirle al Señor que me ilumine cuando llegue el momento y que me diga lo
que tengo que hacer, y me lo va a decir seguro.
Tiene una habitación
reservada en una casa de retiro en Buenos Aires.
Sí,
en una casa de retiro de sacerdotes ancianos. Yo dejaba el arzobispado a
finales del año pasado y ya había presentado la renuncia al papa Benedicto
cuando cumplí 75 años. Elegí una pieza y dije “quiero venir a vivir acá”.
Trabajaré como cura, ayudando a las parroquias. Ése iba a ser mi futuro antes
de ser Papa.
No le voy a preguntar
a quién apoya en el Mundial...
Los
brasileros me pidieron neutralidad (ríe) y cumplo con mi palabra porque siempre
Brasil y Argentina son antagónicos.
¿Cómo le gustaría que
le recordara la historia?
No
lo he pensado, pero me gusta cuando uno recuerda a alguien y dice: “Era un buen
tipo, hizo lo que pudo, no fue tan malo”. Con eso me conformo.
Indígena do povo guarani estende faixa por demarcação na abertura da Copa "para nós sermos lembrados".
A imagem foi censurada pela
transmissão de tevê. Wera, de 13 anos, foi um dos adolescentes que soltaram pombas brancas antes do início do jogo entre Brasil e Croácia. O protesto foi pensado há cerca de um mês, quando guaranis foram
convidados à abertura.
por Piero Locatelli —
publicado 13/06/2014,
Carta Capital
Uma criança branca, uma negra e um índio com um cocar entraram juntos na abertura da Copa nesta quinta-feira 12. As imagens da televisão mostraram as crianças soltando três pombas brancas minutos antes do início da partida entre Brasil e Croácia. As emissoras omitiram, porém, a imagem do indígena abrindo logo em seguida uma faixa onde estava escrito "demarcação".
A faixa do jovem de 13 anos lembrava a demora do governo federal para demarcar as terras indígenas no Brasil. O garoto vive na aldeia Krukutu, na região da Parelheiros, no extremo sul da cidade de São Paulo. No local, os índios moram em situação precária enquanto aguardam a assinatura da demarcação pelo ministro da Justiça, José Eduardo Cardozo.
O ato foi pensado há cerca de um mês, quando os organizadores da Copa buscaram os guarani da cidade para convidá-los a fazer parte da abertura. Os indígenas resolveram aproveitar a oportunidade para mostrarem sua reivindicação.
"Naquele momento, aceitamos o convite e começamos a pensar em fazer alguma coisa na abertura. Nós organizamos que alguém iria entrar com uma faixa escondida, aí falamos para ele: `abre a faixa lá e seja o que Deus quiser´", diz Fabio Jekupé, liderança da aldeia indígena.
Em meio a uma campanha pela demarcação de terras em
todo país, os guaranis dizem que não são contra a Copa. Segundo David Karai,
morador da aldeia do Jaraguá em São Paulo, os indígenas não participaram
dos atos contra o mundial, mas dizem que o evento foi uma oportunidade para
mostrar ao mundo a situação em que vivem. “Os guaranis estão vendo a copa,
todos os jogos. Por isso mesmo nós temos que ir pra rua e mostrar que nós
estamos vivos, para nós sermos lembrados”.
No acampamento Copa do Povo, não teve Copa
de Camilla Costa
Da BBC Brasil em São Paulo
Na ocupação Copa do Povo, que fica a cerca de 3,5 km da
Arena Corinthians, na zona leste de São Paulo, teve Copa do Mundo, mas não com
a seleção brasileira.

Muitos vestiam a camisa da seleção brasileira, mas a
possibilidade de assistir à partida contra Croácia no fim da tarde dividia
opiniões.

Loamir estava completamente vestido com as cores da seleção
brasileira porque estava vendendo os produtos para os possíveis torcedores. Mas
não teve muita sorte na ocupação. "Só vendi alguma coisa fora daqui e só
hoje, porque é o dia da Copa. Antes não vendi nada."
![]() |
Sorrisos amargos |
A história de Loamir ilustra o clima na ocupação do
Movimento dos Trabalhadores Sem Teto (MTST), que começou há um mês.
Antes do início dos jogos, os moradores fizeram uma
cerimônia de abertura com críticas à Fifa e ao que chamaram de Copa
"elitizada". Álbuns da Copa foram queimados durante à cerimônia, mas
as crianças da ocupação rapidamente se juntaram para recolher as figurinhas
restantes. Muitos vestiam camisas da seleção ou até uniformes completos.
Depois do torneio - cujos jogos acontecerão no mesmo dia dos
jogos da seleção - diversas pessoas deixaram a ocupação para assistir o jogo
nas casas de amigos e familiares. Os que ficavam se mostravam divididos entre
torcer e "dar ibope" para a Fifa.
Discussão

Rocha foi o principal organizador do torneio de futebol da
Copa do Povo, mas depois que deixou a ocupação, os coordenadores presentes
discutiram sobre se deixariam que os moradores assistissem à partida na única
TV disponível no local, que fica dentro do "barracão dos militantes".
A decisão final, com a qual nem todos os líderes ficaram
satisfeitos, foi a de não permitir a torcida. A televisão permaneceu ligada,
mas em um canal que não exibia o jogo. Donos de casas vizinhas à ocupação,
viraram seus televisores para a rua, mas a adesão foi baixa: a maioria dos que
ficou na ocupação fez questão de não assistir à vitória da seleção sobre a
Croácia por 3 a 1.

Moradores se dividem entre críticas à Fifa e ao governo e
torcida pela seleção.
Em um bar próximo ao local, Valter de Oliveira Ponte, de 35
anos, e outros moradores acompanhavam a primeira partida do Mundial, também
divididos entre a animação e as críticas ao governo.
"Como a Dilma nos ajudou a conseguir o terreno, vim
prestigiar a seleção. Agora ela vai ter que honrar a palavra dela",
afirmou à BBC Brasil. "Mas não estou alegre, nem triste, o certo é quando
eu tiver meu teto. Eu não ganho nada com esse jogo."


Segundo o MTST, que coordena a construção dos barracos, o
local – cujo valor de mercado é estimado em mais de R$ 20 milhões – está
abandonado há mais de 20 anos.
Protestos, vaias e violência
Também no dia da abertura da Copa do Mundo em São Paulo teve
protestos que terminaram em confrontos entre a Tropa de Choque e manifestantes.
Os tumultos terminaram com jornalistas feridos e suspeitos detidos.
O ESPÍRITO SANTO: PROTAGONISTA DA MISSÃO
O Espírito Santo é força divina e dom.
Ele está no início de todas as caminhadas que geram vida. Crer no Espírito
Santo significa crer no Senhor que dá a vida (Credo de Constantinopla I, 381).
Ele é aquele “Espírito de Deus” que no princípio do tempo e do mundo “pairava
sobre as águas” (Gn 1,2). No PRINCÍPIO eram o Verbo e o Espírito. Ambos são
inseparáveis. Um é caminho e o outro é guia, juntos ao Deus Pai, criador do
mundo.
A mesma unidade trinitária, que estava na origem da
criação, está na origem da recriação do mundo, na encarnação. Maria concebeu
seu filho Jesus, Palavra de Deus, redentora do mundo, pela força do Espírito
Santo. E esse mesmo Espírito está no início da missão de Jesus de Nazaré. Nele,
o filho do carpinteiro de Nazaré foi confirmado “Filho bem-amado” de Deus, por
ocasião de seu batismo no Jordão (Lc 3,22). Nele foi ungido Messias e fez o
discernimento decisivo de sua vida sobre a finalidade de sua missão: “Ele me
ungiu para evangelizar os pobres” (Lc 4,18). No mesmo Espírito, na festa de
Pentecostes, a Igreja começa “a falar em outras línguas” (At 2,4) e inicia a
sua missão, revestida “da força do Alto” (Lc 24,49).
a)
Pentecostes
Na festa de
Pentecostes, festa do dom da Lei para os judeus e para os cristãos, festa do
dom do novo mandamento, o testemunho da futura Igreja rompe as barreiras
lingüísticas e étnicas, e a “Lei de Cristo” (Gl 6,2) começa a ser anunciada a
todos os povos. E esse anúncio das maravilhas de Deus na língua dos outros povos
acontece pela força do Espírito. Nele, judeus e gentios são chamados a se
tornarem povo de Deus, povo da Nova Aliança (cf. At 15,14). Nesse evento
pentecostal, a unidade plural no Espírito Santo supera a confusão e dispersão
de Babel (Gn 11,1-9) e os discípulos e as discípulas são convocados e enviados
como testemunhas da ressurreição de Jesus e servos e servas do Reino de Deus.
Pentecostes é a festa pascal que está no início da missão.
A fundação
da Igreja, por princípio, quer dizer, desde o início, missionária, na festa de
Pentecostes, festa da convocação e do envio, estrutura a trajetória universal
do anúncio do Evangelho da Graça. Universalidade dos horizontes e concretude
dos conflitos, contextualidade, pluralidade das formas nas Igrejas locais e
gratuidade dos modos de salvação ligam ação e anúncio missionários de maneira
especial ao Espírito Santo. Em Pentecostes, a Igreja é concebida pelo Espírito
Santo. Ele “acompanha e dirige” (AG 4) os atos dos apóstolos, dos discípulos e
das discípulas sem cessar.
Os Atos
dos Apóstolos são o livro da missão realizada sob o protagonismo do Espírito
Santo. Pentecostes continua na missão dos apóstolos. “Lucas coloca vários
Pentecostes sucessivos: em Jerusalém (At 2; 4,25-31), na Samaria (At 8,14-17),
aquele que inicia a aventura missionária com Cornélio e o evento de Cesaréia
(At 10,44-48; 11,15-17) e até o episódio de Éfeso (At 19,1-6)” (CONGAR, p. 69).
O Espírito do alto converte Pedro e a Igreja de Jerusalém da estreiteza
étnico-religiosa para o horizonte amplo da humanidade e dos confins do mundo.
Sob iniciativa do Espírito acontece o batismo dos primeiros gentios e a
primeira missão na diáspora judaica, em Antioquia. A manifestação do Espírito
produziu uma profunda conversão na liderança de Pedro e nas atitudes das
comunidades judaicas (cf. At 10; 13,2; 15). Foi o Espírito Santo que fez a
jovem Igreja se lembrar de que são “os doentes que precisam do médico e não os
sãos” (Lc 5,31) e que o “Filho do homem veio procurar e salvar o que estava
perdido” (Lc 19,10) e não para manter os salvos.
b) Espírito da Verdade
O Espírito Santo é o “Espírito da Verdade” (Jo
14,17) que fala em muitas línguas, mas “não fala de si mesmo” (Jo 16,13). Este
Espírito faz a comunidade de Jerusalém compreender que sua missão não é cuidar
de si mesma. A comunidade aprende do Espírito que a sua missão está no
despojamento e no descentramento voltado para a unidade com outras comunidades
e povos. O Espírito da Verdade sabe articular o plural e as diferenças numa
unidade maior, sem hegemonias isoladas, e sabe despojar-se dos e nos sinais de
mediação. A diferença étnica e o plural cultural não afetam a verdade. O
Espírito da Verdade pode ser experimentado na água do batismo e no fogo da
sarça ardente, no óleo da unção messiânica e na luz de uma consciência nova, no
imaginário da pomba palpável e da nuvem distante. “Despojamento”,
“descentramento” e “apagamento” (cf. CatIC n. 694, 687) permitem transformar uma comunidade de manutenção
numa comunidade missionária que procura comunicar-se com os outros, os pobres,
os sofredores e os perdidos.
O Espírito Santo é Espírito da Verdade, não por
causa de uma doutrina certa, uma lei perfeita ou uma moral superior, mas porque
nele acontece a verdade na geração da vida: na prática do novo mandamento (Jo
13,34) e da justiça maior em favor dos pobres. Na raiz da pobreza está o “pai
da mentira”, o diabo, que perturba a ordem social – “aquele que acusava nossos
irmãos dia e noite” (Ap 12,10). O Espírito Santo é o Paráclito, o “consolador”,
o “intercessor” e o “advogado” dos pobres (cf. DEV 3b).

A missão exige mais que abrir mão de bens materiais; exige,
sobretudo, abrir mão de tradições, até de tradições salvíficas, mas disfuncionais
e, portanto, fardos dispensáveis, diante de um novo contexto histórico e
cultural. A ação salvífica de Deus – antigamente denominada “salvação das
almas” – ultrapassa todo exclusivismo e esoterismo dos sinais salvíficos de
judeus e de cristãos. Isso não desvaloriza esses sinais, mas os redimensiona
diante da possibilidade cultural das pessoas concretas e os relativiza diante
do poder de Deus. Nessa flexibilidade – não nos conteúdos, mas diante das
práticas corporativistas e da padronização de uma roupagem cultural única –, o
Espírito Santo permanece Espírito da Verdade e se revela na missão como
protagonista do Evangelho da Graça (cf. RM 21b). Ele dinamiza esse Evangelho e
se faz presente em todas as formas de doação da vida: no diálogo paciente, na
presença silenciosa, no testemunho, na contemplação e na ação, na caridade, na
misericórdia e na justiça. Tudo que sustenta a esperança num mundo em desespero
é desdobramento da Boa-Nova sustentada pelo Espírito.
c) Gratuidade
O Espírito Santo, pai dos pobres e protagonista da
missão, é dom divino e doador dos dons (dator múnerum).[1]
O dom realmente importante é o amor (1Co 13), que gera unidade e gratuidade. As
três formas do agir de Deus são, segundo Santo Agostinho, criar (a humanidade e o cosmo), gerar
(o Filho de Deus) e doar (Espírito
Santo). O Espírito Santo é Deus no gesto do Dom (AGOSTINHO, liv. XV, 29, p.
524).
Na gratuidade e na unidade do Espírito Santo, que
se concretizam na missão, se manifesta a resistência contra a lógica de
custo-benefício, que divide a humanidade, e contra formas burocráticas do agir
eclesial. A Igreja, com suas instâncias institucionais, não precisa ter medo do
Espírito Santo. O movimento pentecostal e a renovação carismática são, antes de
representarem uma ameaça, uma advertência para equilibrar a dinâmica
trinitária. O perigo da Igreja não está na sua redução numérica, mas numa
mesquinhez crescente. Gratuidade e unidade no Espírito Santo significam
continuidade, ruptura e mobilização, alegria e espontaneidade. “É gratuitamente que fostes salvos, por meio da fé. Isto não provém de
nossos méritos, mas é puro dom de Deus” (Ef 2,8s).
A
gratuidade garante a continuidade da história de salvação. Ela está presente nas diferentes etapas de início da vida
como dom e graça. Por isso, de modo particular, está ligado aos sacramentos de
iniciação que são sacramentos da caminhada, ao batismo, à confirmação e à
Eucaristia (cf. CONGAR, p. 140-147). Ao religar e refazer esses inícios, ao
completar a criação pela recapitulação, o Espírito Santo mostra a face de Deus
através de gestos significativos de continuidade e ruptura, de despojamento e
inovação, como princípio dinâmico na história de salvação. A gratuidade, que, simbolicamente,
celebramos na “ação de graça”, na Eucaristia, é a condição da não-violência
e da paz no mundo. A gratuidade aponta para a possibilidade de um mundo para
todos. O Espírito que é dom, graça e gratuidade, o Espírito que dá vida, vive
no Verbo encarnado, na Palavra cumprida. Ele, que é a vida do Verbo, vive
também conosco na Palavra de Deus cumprida na fidelidade à missão.
[1]
A mesma Seqüência fala dos sete dons (sacrum septenárium), sete fontes
da graça e dons da vida, como os sacramentos, lembrando a tradição messiânica
de Isaías: Sabedoria, inteligência, conselho, fortaleza, ciência, piedade,
temor de Deus (Is 11,2).
Alderon Costa será o próximo Ouvidor-Geral da Defensoria Pública de SP
Na no início de maio foi definido o nome do próximo Ouvidor-Geral da Defensoria Pública do Estado de
São Paulo. Alderon Pereira da Costa foi o candidato mais votado pelo Conselho
Estadual de Defesa dos Direitos da Pessoa Humana (CONDEPE), colegiado
responsável pela eleição da lista tríplice para o cargo de Ouvidor/a-Geral da
Defensoria. Alderon foi eleito para exercer o cargo no biênio 2014-2016,
sucedendo a atual Ouvidora-Geral, Luciana Zaffalon.

O Ouvidor eleito é formado em
Filosofia e em Comunicação Social, com especialização em Jornalismo. Tem experiência
na área social, bem como em educação e comunicação. Fez Especialização em
Comunicação Social, pela Universidade Politécnica Salesiana do Equador, e em
Mobilização de Recursos para o 3º Setor, pela ONG Procura – México, conveniada
a Universidade de Indiana. Atua como editor do Jornal “O Trecheiro”, como
coordenador de projetos da Associação Rede Rua, como fotógrafo. É, ainda,
sócio-fundador e Vice-presidente da Organização Civil de Ação Social (OCAS),
que produz a revista de rua “Ocas”.
Início do mandato e transição
A nomeação de Alderon deve ser
publicada em até 15 dias pela Defensoria Pública-Geral. Seu mandato na
Ouvidoria-Geral se inicia em 7 de junho, quando se encerra a gestão da atual
Ouvidora, Luciana Zaffalon.
Durante este mês de maio se realizarão
atividades conjuntas de transição com o novo Ouvidor, levando a cabo o
cuidadoso planejamento desenhado pela atual gestão e pela Equipe da Ouvidoria.

Processo eleitoral e atuação
conjunta
O processo eleitoral para a
Ouvidoria da Defensoria contou, ao todo, com cinco candidaturas: Claudinei
Correa, que tinha o apoio do Centro de Defesa dos Direitos da Criança e do
Adolescente (CEDECA) “Jair Jesuíno Trindade”; Luiz Kohara, que reuniu o apoio
das entidades Centro Gaspar Garcia de Direitos Humanos, Católicas pelo Direito
de Decidir, Central de Movimentos Populares, Serviço Pastoral dos Imigrantes e
União dos Movimentos de Moradia da Grande São Paulo e Interior; Pedro Aguerre,
que teve sua candidatura respaldada pelo Centro Santo Dias de Direitos Humanos
da Arquidiocese de São Paulo; e Rute Alonso, apoiada pela União de Mulheres do
Município de São Paulo.
O próximo Ouvidor-Geral é formado em
Filosofia e em Comunicação Social, com especialização em Jornalismo. Tem
experiência na área social, bem como em educação e comunicação. Fez
Especialização em Comunicação Social, pela Universidade Politécnica Salesiana
do Equador, e em Mobilização de Recursos para o 3º Setor, pela ONG Procura –
México, conveniada a Universidade de Indiana. Atua como editor do Jornal “O
Trecheiro”, como coordenador de projetos da Associação Rede Rua, como
fotógrafo. É, ainda, sócio-fundador e Vice-presidente da Organização Civil de
Ação Social (OCAS), que produz a revista de rua “Ocas”.
A Defensoria Pública de SP conta com
uma Ouvidoria independente, criada para ser um canal de comunicação permanente
entre a Defensoria Pública e a sociedade civil, recebendo reclamações,
sugestões e opiniões dos cidadãos que procuram a instituição. A Ouvidoria é
chefiada por pessoa externa aos quadros da carreira, escolhida pelo Conselho
Superior com base em lista elaborada pelo Conselho Estadual de Defesa da Pessoa
Humana (Condepe). Após a escolha, o Ouvidor tem mandato de dois anos no cargo.
Assinar:
Postagens (Atom)